En El Salvador, Christian Wright desafió los gigantes del delivery con Weris, una plataforma que promete transformar la logística. Conoce cómo su pasión por la música y su visión empresarial le ayudaron a construir una startup que enfrenta y supera los retos de emprender en Centroamérica.
Christian Wright nunca imaginó que su pasión por la música lo llevaría a ser el CEO de una startup de logística. De hecho, su vida comenzó en un campo totalmente diferente: la música. Estudió licenciatura en música en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y fue mientras trabajaba en producción de eventos cuando, casi por accidente, descubrió un mundo de oportunidades. En sus propias palabras, fue un proceso de "darme cuenta de lo que me hacía falta", y así se interesó en las comunicaciones, y posteriormente, en el marketing digital.
Fue en este camino, junto a un compañero de universidad, cuando nació su primer emprendimiento: una agencia de marketing digital que, a pesar de su juventud, comenzó a trabajar con grandes marcas como McDonald's, Subway y Walmart. Durante ese tiempo, su vida dio un giro inesperado al entrar en el mundo de la comida, donde, al lado de chefs locales, desarrolló más de 16 marcas de restaurantes.
En ese proceso, Christian se dio cuenta de un problema recurrente: el delivery. La queja constante de los restauranteros sobre las altas comisiones y el mal servicio de las plataformas de delivery lo hizo reflexionar. "Cuando comenzamos a escuchar las quejas de los comercios, algo se hizo evidente: el modelo de delivery estaba roto", cuenta Wright.
Este fue el punto de inflexión para lo que más tarde se convertiría en Weris. A partir de su experiencia en marketing digital y el conocimiento de la industria restaurantera, Christian decidió crear una plataforma de delivery más eficiente, ética y accesible para los comercios, uno de los mayores desafíos para los emprendedores en El Salvador.
Liderar desde abajo

El camino hacia la creación de Weris no fue sencillo. Christian no solo enfrentó dificultades tecnológicas, sino también lo que él considera uno de sus mayores retos como líder: crear una cultura organizacional sólida. Su enfoque es claro y está marcado por un profundo respeto hacia las personas que forman parte de su equipo. “Si cuidas de tu gente, ellos cuidan de tu empresa”, es el mantra que guía su filosofía de liderazgo.
Christian Wright no se ve a sí mismo como un jefe tradicional, sino como alguien que cuida de su gente, como una familia. “Es más que un trato jerárquico, es una relación humana”, explica. Esta visión del liderazgo se extiende no solo a su equipo directo, sino también a los conductores y comercios asociados. Si algún miembro del equipo enfrenta dificultades personales, como una enfermedad en la familia, Christian asegura que la prioridad es el bienestar humano, sin importar la situación laboral. “Si tu driver se enferma, no te preocupes. Nosotros te pagamos aunque no puedas trabajar”, relata.
"Perdimos más de un millón de dólares en el primer año por confiar en las empresas equivocadas", Christian Wright.
Para Wright, la conexión humana es fundamental para el éxito de su empresa. “Lo que más me ha enseñado Weris es que necesitamos de todos. No hay éxito sin un equipo comprometido que entienda y comparta tu visión”, reflexiona. Este estilo de liderazgo también se ha traducido en la creación de un espacio de trabajo donde la transparencia y la confianza son fundamentales, y donde todos los empleados, desde los programadores hasta los drivers, sienten que tienen un rol importante en el éxito del proyecto.
El precio del error
Emprender en El Salvador es un desafío de dimensiones colosales, y Christian Wright no es ajeno a las dificultades que enfrentan los emprendedores en la región. Uno de los mayores obstáculos fue la falta de experiencia interna en desarrollo tecnológico, lo que llevó a Weris a invertir grandes sumas de dinero en empresas externas que, al final, no cumplieron con las expectativas. “Perdimos más de un millón de dólares en el primer año por confiar en las empresas equivocadas”, confiesa Christian. “Aprendimos que es mejor formar a alguien que crezca con tu visión que contratar al que se vende como experto y no se mete al barro”. Esta lección, aunque costosa, fue clave para el crecimiento de la empresa, que decidió formar su propio equipo de desarrollo de software y, finalmente, comenzar a construir la tecnología desde cero.
Mientras tanto, la presión aumentaba. Hugo, la plataforma de delivery más usada en El Salvador, se retiraba del país y muchos comercios comenzaron a ver a Weris como su reemplazo natural. “Tenía 33 personas empleadas y nada funcionaba. Era como si todos esperaban que fuéramos Hugo, pero no teníamos una app operativa”, confiesa Christian.
"A veces, la clave no está en ser el más experto, sino en encontrar a la persona que comparte tu visión y que, aunque no tenga toda la experiencia, está dispuesta a aprender y crecer contigo", Christian Wright.
Además de los problemas tecnológicos, el emprendimiento en El Salvador tiene una barrera cultural significativa. Christian explica que la competencia no viene solo de empresas locales, sino de gigantes internacionales con mucho capital y recursos. Sin embargo, Weris ha logrado mantenerse a flote gracias a una combinación de adaptabilidad, perseverancia y alianzas estratégicas con otras startups locales.
“Nos dimos cuenta que no estábamos vendiendo comida o productos: lo que le damos a la gente es tiempo”, dice. Y esa se volvió su filosofía. De ahí el nombre: Weris, que proviene de la frase Where is it? Porque en el fondo, lo que más busca un usuario es eso: saber dónde está su pedido.
Sobrevivir a la tormenta

"El ecosistema de startups de El Salvador, a pesar de ser pequeño, tiene un espíritu de camaradería que es invaluable", menciona. Gracias a su pertenencia al Impact Hub, una comunidad de emprendedores de alto impacto en El Salvador, Weris ha podido construir una red de apoyo y colaboración con otras startups locales. Boxful, Vitrinea, Nico, Kazu, Vertex, Dimo, Fruto Infinito, cada una ha sido parte del entramado que sostiene la operación de Weris. Este tipo de conexiones ha sido crucial para su expansión en mercados como Guatemala y Honduras.
Mirando al futuro, Christian tiene claro que Weris no se detendrá en El Salvador. Aunque su enfoque principal sigue siendo el mercado local, la expansión hacia otros países de la región es un paso que ya está en marcha. “Nuestro sueño es terminar de consolidar la empresa en El Salvador y, en 2026, expandirnos a más países”, asegura.
El mensaje de Christian Wright a otros emprendedores es claro: resistir. "Cuando estás en el valle de la muerte, aguanta. Disfruta el proceso. El esfuerzo al principio vale la pena", concluye, refiriéndose a la resiliencia como una de las claves de su éxito. Cuando piensa en lo que ha significado este viaje, se queda un momento en silencio. Luego dice: “Weris me enseñó a tener los pies en la tierra. A entender que necesitás de todos. A ver al mundo desde abajo hacia arriba”.