Alejandro McCormack reúne a founders y VCs en una cena clave en el marco del GET Forum

Los líderes de Ábaco, Caricaco, Boxful y Seedstars se reunieron para discutir por qué Centroamérica debe verse como un bloque y dejar atrás la idea del “mercado pequeño”, destacando que aquí hay mercado, talento y espacio para escalar.

San Salvador reunió, durante el Foro Global de Emprendimiento y Tecnología para el desarrollo de América Latina y el Caribe (GET Forum) organizado por el BID Lab, a una comunidad que rara vez coincide en la misma ciudad. Fondos de inversión, founders y actores del ecosistema tecnológico regional todos bajo un mismo lugar. 

En medio de esa efervescencia, Ábaco, Caricaco y Boxful decidieron ofrecer una cena íntima, con lista cerrada, donde los asistentes tuvieran espacio para hablar sin prisa. La Oveja Negra puso la mesa; Alejandro McCormack, Salvador Ramírez, Rodrigo Villalta y Samantha Batista, la conversación. Las cuatro voces guiaron una reflexión sobre la oportunidad de construir empresas desde Centroamérica.

Alejandro McCormack abrió la noche recordando que todos, desde su lugar, están edificando algo. “Somos todos builders de alguna forma… hay unos mitos en cuanto a construir en mercados más pequeños que toca ir cambiando”, comentó McCormack. Enfatizó que son los emprendedores quienes deben demostrar, con ejemplos concretos, el tamaño real del mercado y las oportunidades que este ofrece.

Romper los mitos del mercado pequeño
José Roberto Rodríguez, CEO de CoreNest Capital y Gabriel Gutiérrez, cofundador de Cubo, presentes en la cena y encuentro con inversionistas en el marco del GET Forum del BID Lab. Foto: Mediana.

Con ese punto de partida, lanzó la primera pregunta a Rodrigo Villalta, gerente de inversiones de Caricaco: ¿cómo dimensionar la oportunidad centroamericana?. Rodrigo comenzó con una inquietud que escucha repetidamente en reuniones con fondos internacionales, ¿en Centroamérica puede realmente haber una compañía que valga mil millones de dólares o más?. Su respuesta parte de un principio sencillo. “Si el talento está distribuido equitativamente en el mundo, no existe razón para que la región no pueda generar empresas de ese calibre”, compartió Villalta. Recordó, además, que ya existen precedentes en sectores tradicionales, como la venta por más de 3 mil millones de dólares de una operación cervecera en Costa Rica, lo que demuestra que “sí se puede llegar a generar valor” desde este territorio.

Centroamérica como bloque: una región que opera unida
Alejandro McCormack, Samantha Batista, Salvador Ramírez y Rodrigo Villalta durante la conversación que puso a Centroamérica en el centro del debate sobre talento, escala y capital. Foto: Mediana.

La conversación giró entonces hacia Samantha Batista, principal & investment lead para Latinoamérica de Seedstars. Alejandro le preguntó cómo compara Seedstars a Centroamérica con otros mercados emergentes. Samantha respondió desde su experiencia: “Hay modelos muy específicos que funcionan aquí… Creo que América Central se compara mucho más al sur de Asia, un poco de África y no tanto a América del Sur”, apuntó Batista. Para ella, la región requiere soluciones propias, ajustadas a su contexto, con espacio para infraestructura, fintech y servicios esenciales, más que para replicar modelos que funcionan en países más grandes.

Alejandro retomó la idea desde su experiencia en Ábaco. Explicó que en fintech es más sencillo demostrar potencial porque la evidencia es visible: “hay múltiples bancos… que valen miles de millones de dólares”. La clave, dijo, es elegir bien el tamaño del problema: “¿Está resolviendo un problema grande en un mercado pequeño? Ok… ¿un problema pequeño en un mercado pequeño? Ahí sí tenemos un tema”, enfatizó McCormack.

"Creo que América Central se compara mucho más al sur de Asia y un poco de África, y no tanto a América del Sur", Samantha Batista.

Luego le dio paso a Salvador Ramírez, quien conoce de cerca la respuesta que provoca decir “somos de El Salvador” al presentar Boxful. Salvador explicó que muchos inversionistas imaginan un país de seis millones de habitantes y nada más. Pero Boxful nació con una perspectiva regional: “vendemos a Centroamérica como un solo bloque… Es un mercado de más de 80 millones de personas al que nadie le está vendiendo”, dijo Ramírez. Agregó que el e-commerce regional tiene un enorme potencial, estimado internamente en más de 22.5 millones de dólares, pero que “no hay data formal… solo la conocés cuando estás día a día en tu industria”, agregó.

Rodrigo intervino para desmontar otro mito. México, Colombia o Brasil tampoco son mercados homogéneos. “No es lo mismo hablar de Ciudad México que de Monterrey… es muy similar la diferenciación que puede existir” entre sus ciudades, dijo, comparándolas con la heterogeneidad centroamericana.

El reto de levantar capital y demostrar más con menos
César Miranda (WM Advisors), Rafa de Haro (Cometa Ventures), Fernando Morán (Innogen Capital) y Alejandro McCormack (Ábaco) durante el encuentro con inversionistas en el marco del GET Forum del BID Lab. Foto: Mediana.

Al volver al tema del capital, Alejandro planteó algo que él mismo ha vivido. Empresas mexicanas levantan rondas con múltiplos más altos que startups centroamericanas que tienen mejores números. Rodrigo lo confirmó: “acá la barra está más alta”. Para los inversionistas, la falta de información y referencias claras aumenta la percepción de riesgo; para los founders, implica demostrar más con menos.

Alejandro le preguntó entonces a Salvador cómo esa realidad ha moldeado la estrategia de Boxful. Salvador lo resumió así: “empezar con menos recursos es un ejercicio que te hace ser mucho más disciplinado. La expansión también tiene que ser muy creativa y muy eficiente”, dijo. Ramírez también compartió que abrir operaciones en Honduras le costó 50 mil dólares, Guatemala 40 mil, y que la empresa ha logrado abrir tres países en catorce meses. “Un país cada 7 meses”, dijo. Esa eficiencia, según Ramírez, se convierte en un músculo que no suele desarrollarse en mercados más grandes.

“Vendemos a Centroamérica como un solo bloque; es un mercado de más de 80 millones de personas al que nadie le está vendiendo", Salvador Ramírez.

Alejandro sumó que una empresa que nace en México puede tardar ese mismo tiempo en abrir solo dos ciudades; en cambio, quien crece desde Centroamérica desarrolla habilidades para operar con agilidad en entornos distintos. Es un tipo de experiencia que, bien aprovechada, se convierte en ventaja.

Hacia dónde va la región: talento, disciplina y próximos exits
Gabriela Daboub, fundadora de Jobbi, junto a Javier Pastore y Diego Castro, cofundadores de Vitrinnea, presentes en la cena que reunió a líderes del ecosistema en San Salvador. Foto: Mediana.

La conversación avanzó hacia un punto inevitable: los exits. Alejandro preguntó cómo los ejemplos de conglomerados regionales pueden servir para construir confianza en inversionistas externos. Rodrigo recordó que muchos grupos grandes nacieron en un solo país, en mercados que ahora se consideran pequeños. “Si entendemos la región como un solo país… el potencial está”, añadió. Además que ya existen señales concretas. Ventas de startups a empresas que cotizan en bolsa y adquisiciones por parte de grupos locales. “Eso quiere decir que sí lo están comprando en Centroamérica”, apuntó.

Sobre este mismo punto, Samantha señaló que los exits son esenciales para activar el ecosistema. Permiten que el capital circule y que los fondos puedan reinvertir. Aunque no todos los mercados facilitan este ciclo, ella ve oportunidades claras en regiones donde operar regionalmente implica complejidad pero también barreras de entrada que pueden convertirse en valor.

“No encuentro ninguna razón por la cual en Centroamérica no se pueda conseguir una compañía que valga mil millones de dólares", Rodrigo Villalta.

Cerca del final de la noche, Alejandro dejó una reflexión personal. Contó que, cuando él se fue a Europa hace más de una década, en Centroamérica no existía capital de riesgo. Ahora ve una transformación paulatina. “Nunca se había visto un VC acá. Ahorita ya está empezando a ver” fondos como Seedstars, Caricaco y otros actores que están dando a las empresas centroamericanas un primer escalón”, confesó McCormack. Cerró con una convicción: “Aquí hay mercado y hay talento”.

La noche terminó cuando los asistentes ya no miraban el reloj. La conversación había tejido un mapa claro. Centroamérica no necesita validación externa, sino seguir construyendo desde su propia lógica, con modelos que entienden que la región, vista en conjunto, es más grande de lo que aparenta.

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