Paul Thomas Anderson regresa con una película feroz. One Battle After Another no es la cinta de la década, pero sí una de las más intensas del año. Una sátira política que, entre persecuciones y risas, apunta directo a las fracturas ideológicas actuales. ¡Qué timing para estrenarse!
No me parece que sea la gran película de la década, como muchos medios están diciendo, pero si es una de las películas del año. Den por hecho que se hablará de ella en la temporada de premios.
One Battle After Another es la nueva película producida, escrita y dirigida por Paul Thomas Anderson, director del que me atrevo a decir no cuenta con una película mala en toda su filmografía. En esta ocasión nos presenta un largometraje basado en la novela Vineland del escritor Thomas Pynchon.
Esta película cuenta con tensión constante que mezcla fuertes elementos políticos, de acción y de comedia. Aborda temas controversiales como la situación migrante y el fascismo. Si puedo resumir su trama, diría que es una película de persecución. Debo aclarar que, me parece, la cinta no es partidaria, algo muy difícil en los tiempos que corren.
Tenemos personajes que son arquetipos tanto de la corriente de izquierda como de la extrema derecha; ambos satirizados y objetos de burla. Protagonistas con muchas capas, que brillan más por sus defectos que por sus virtudes, y no lo digo como algo malo.
Las actuaciones son de gran nivel, lo que no sorprende al ver el elenco. En especial quiero recalcar tres. El trabajo de Leonardo DiCaprio, quien está excelente como siempre y del que mucho se hablará para bien, interpretando a un ex combatiente retirado del grupo revolucionario French 75. La representación de Sean Penn, en algo así como un nazi norteamericano, quien me parece es el verdadero foco de la película. Y el debut de la actriz Chase Infiniti, como la hija de alguien (no les puedo decir de quién porque es un buen spoiler), que siendo este su primer largometraje, por momentos llega incluso a opacar ligeramente a los dos anteriores.
Las actrices Teyana Taylor y Regina Hall están bastante bien. De la primera diré que me hubiese gustado verla un poco más de tiempo en pantalla, y que les puedo confirmar (no es spoiler, no se asusten) que su personaje es la madre de alguien cuyo padre no les quise decir. Y de la segunda diré que qué gusto verla en este tipo de cine, fuera de las sátiras ligeras como la saga de Scary Movie. Ambas actrices interpretan a antiguos miembros del grupo revolucionario French 75. Por último, con una participación corta pero convincente, tenemos al gran Benicio del Toro, como el líder de una comunidad de personas indocumentadas.


Mención especial para la banda sonora que acompaña toda la película, la cual es perfecta. Podríamos decir que la música es un personaje más que ayuda a que el espectador viva cada emoción que los protagonistas experimentan. También hay que reconocer el gran trabajo en la sala de edición y montaje, pues sus casi tres horas de duración no se sienten para nada.
La película no es perfecta. Tiene algunas convenciones de guión y un cabo suelto (puede ser capricho de percepción de mi parte, pero creo que en el final lo hubo). También diré que este tipo de producciones no es para todos, ya que si no estás acostumbrado a este tipo de cine, te puede parecer lenta por momentos. Y quizás bastante larga.
Por momentos pareciera ser que hace un llamado a la resistencia; a enfrentarse a aquello que busca oprimir. Me mantendré firme en sostener que no está a favor de alguna postura. Además, hay problemáticas que en un principio se tratan con fuerza, para luego dejarse en segundo o hasta tercer plano, quedando en algo anecdótico, sirviendo como detonante para que la trama explote.


One Battle After Another se estrena en un momento curioso en la historia de Estados Unidos, ya que no son secretas las tensiones entre la izquierda y la derecha que atraviesa la nación norteamericana. Siendo un país tan dividido actualmente, esta película hará enojar a más de alguno cuando la temporada de premios inicie. Cuando esta película y sus protagonistas ganen premios. Cuando con esos premios vengan los discursos de agradecimiento. Cuando entre esos discursos se cuele una que otra pedrada para ya saben quién.
Y si les gustó esta película, y se animan a ver más del cine de Paul Thomas Anderson, les recomiendo Boogie Nights. Y así se divierten siguiendo la alocada historia de un joven que deja el mundo de los platos sucios para entrar al mundo de la era dorada del porno.

