La suspensión de Jimmy Kimmel por sus críticas a Trump desató un debate sobre censura y libertad de expresión en EE.UU. Entre boicots a Disney y el respaldo de celebridades, la polémica sigue creciendo mientras el presentador regresó este martes. ¿Hasta dónde puede llegar la comedia frente al poder?
En el mundo real no existe guantelete del infinito con el que chasquear los dedos y hacer como que nada de esto ha pasado. Y les aseguro que Disney desearía tener a su propio equipo de Avengers para ir en búsqueda de uno, y recuperar los casi 4 mil millones de dólares que perdieron en acciones por la suspensión de Jimmy Kimmel.
Entremos en contexto. El pasado 15 de septiembre, la cadena ABC, propiedad de Disney, puso en pausa indefinida el programa de Jimmy Kimmel Live! En su late-night talk show, el comediante y presentador expresó sus condolencias con la familia de Charlie Kirk, activista conservador que perdió la vida en un ataque durante un evento público. Y agregó que el movimiento Make America Great Again (MAGA) buscaba tener una ventaja política de este suceso.
Kimmel pasó a ser desempleado por una semana por decir, palabras más palabras menos, que MAGA estaba desesperado por presentar al chico que asesinó a Kirk como cualquier cosa menos uno de los suyos. Además, afirmó que buscaban sacar puntos políticos del suceso y no perdió la oportunidad para atacar a Trump. Del actual presidente de Estados Unidos, dijo que su manera de llorar a Kirk no era como se llora a un adulto, más bien es como llora un niño de 4 años a su pez dorado.
La censura y la reacción de los late-night shows en EE.UU.

Se sabe que el presidente Trump tiene una cruzada personal contra este tipo de presentadores nocturnos. Durante mucho tiempo ha pedido que rueden cabezas (en sentido figurado, no literal) como las de Seth Myers o Jimmy Fallon, además de la de Jimmy Kimmel. Por eso no sorprende que personajes como el mismo Fallon defendieran a Kimmel, y se burlaran de esta censura. El mismo Stephen Colbert se pronunció afirmando que esto no es más que una censura flagrante. Con todo esto, queda en el aire la pregunta, ¿se puede reír o no del poder?
Para bien o para mal, los canales necesitan contar con el gobierno. Cuando Disney compró FOX, ¿quién creen que era el ente encargado de aprobar la compra? El departamento de Justicia de los Estados Unidos a través de su División Antimonopolio. Al final, todo tiene que ver con dinero, poder corporativo, y principalmente, poder político.
Quiero dejar claro que no estoy a favor de lo que hizo este activista radical. La vida real no es una película. No podemos apoyar que “vigilantes” decidan quién vive y quién no partiendo del principio de “si no piensas como yo, por definición, estás en mi contra”. También quiero aclarar que no estoy a favor de coartar la libertad de expresión. No podemos estar todos de acuerdo al 100% y tener la misma línea de pensamiento. Y cuando estas medidas vienen por peticiones de representantes políticos, esto tiene un nombre: censura.
"Este programa no es importante. Lo importante es que podamos vivir en un país que nos permita tener un programa como este", expresó Jimmy Kimmel la noche de este martes tras su regreso.
Brendan Carr, director actual de la Federal Communications Commission (FCC, una agencia del Gobierno de Estados Unidos que regula las comunicaciones), afirmó en su momento que no era labor de esta entidad ejercer como rector de la libertad de expresión. Y fue esta misma entidad quien tomó acciones para presionar al canal propiedad de Disney para censurar a Jimmy Kimmel.
El aparato del Gobierno, de cualquier país, no puede ser usado para presionar o inculcar miedo sobre posturas sociopolíticas, por más que estas incomoden. Ted Cruz, senador conservador, dijo que lo que han hecho con Jimmy Kimmel es peligroso, pues el día de mañana se puede usar en contra de alguien que no esté a favor del Partido Republicano.
En un principio, MAGA responsabilizó a un episodio de South Park, la controversial serie canadiense, por el asesinato de Kirk. Comedy Central, el canal de emisión de la serie en Estados Unidos, por voluntad propia (adelantándose a todo lo que se venía) retiró el capítulo de su programación habitual. Como dato curioso, el episodio aún puede verse en streaming (Paramount+ en nuestro caso, temporada 27, episodio 2).
Parece ser que la libertad de expresión es un derecho por el que muchas personas de la industria están dispuestas a levantar su mano para exigirlo. Y los derechos no deberían exigirse. De hecho, muchas personas ultra conservadoras del partido republicano han hablado de la libertad de expresión y de su importancia, ya sea que esta se alinee o no con la visión política del poder actual.
Las redes sociales explotaron. Y con esto vino una ola de peticiones para boicotear a Disney. Aquí tuvimos otro problema que se volvió curioso, pues muchos actores tomaron sus redes sociales para pedir, entre otras cosas, terminar con las suscripciones a Disney+ y dejar de visitar sus parques temáticos.
Entre los nombres de las personas que promovieron este boicot podemos mencionar a las actrices Tatiana Maslany y Marisa Tomei, She Hulk y la Tía May en el Universo Cinematográfico de Marvel (la apuesta más grande en cines de Disney en la última década). Y esto solo fue el inició.
El boicot a Disney y el respaldo masivo de Hollywood a Jimmy Kimmel

Se sabe que más de 400 celebridades se unieron y firmaron una carta abierta apoyando a Jimmy Kimmel, condenando la suspensión de su programa y el ataque hacia la libertad de expresión. Entre estas celebridades figuran Florence Pugh, Pedro Pascal, Mark Ruffalo y Natalie Portman. Si entramos en materia Marvel, nos referimos a la nueva Black Widow, a Mister Fantastic, Hulk y la Mighty Thor. Y se vienen dos películas de Avengers para 2026 y 2027. En ese momento, parecía que Disney o cedía, o tendría que recastear a varias personas. Y al final, Disney cedió.
La cadena ABC ha comunicado al público en general que Kimmel regresará al aire la noche de este martes, pero la polémica no termina aquí. Sinclair Broadcasting Group y Next Media Group, dos de los mayores propietarios de estaciones abiertas en Estados Unidos, anunciaron que no transmitirán al aire el talk show de Kimmel. Será interesante ver qué fin tiene toda esta polémica. Por primera vez y por mórbida curiosidad, estaré pendiente para ver de inicio a fin este programa.
El presentador tiene contrato hasta mayo de 2026, por lo que será curioso ver qué tono toma el programa de ahora en adelante. De la renovación ni hablemos. Me parecería una sorpresa si esto ocurre. Además, Kimmel tiene una gran ventaja que el resto de mortales no: él no tendrá que imprimir y dejar curriculums.