Hay sabores que no necesitan presentación. Basta con verlos, con olerlos, con probar un bocado, para saber que ahí hay algo especial. Durante julio y agosto, San Martín celebra esa memoria colectiva del gusto con “los favoritos”, una temporada dedicada a los productos más queridos por sus clientes.
Presentado por:

Hay sabores que no se olvidan. Sabores que nos han acompañado en desayunos de infancia, en meriendas de domingo, en celebraciones sin motivo. Sabores que se han vuelto parte de nuestras rutinas y de nuestras familias. San Martín lo sabe. Y por eso, cada año, dedica una temporada completa a rendir homenaje a esos productos que sus clientes no dejan de elegir. Se llama “Los Favoritos de San Martín”, y este 2025 llega con una selección que es, al mismo tiempo, un regreso al origen y una celebración de lo bien hecho.
En el centro de esta temporada están los croissants. Pero no cualquier croissant. En San Martín, esta pieza dorada y delicada es una obra de artesanía. Están hechos con 100% mantequilla y un toque de masa madre, siguiendo procesos artesanales que respetan el tiempo y la técnica. Mientras otros eligen atajos como la margarina y las mezclas industriales, San Martín insiste en lo real.
Bajo esa filosofía nacen versiones que sorprenden por su sabor, su textura y su presentación. El Croissant de Almendra, relleno con crema de almendra, espolvoreado con azúcar glass y decorado con lascas que se deshacen entre los dedos, es un clásico que se gana su lugar con elegancia. Le sigue el Croissant Roll de Nutella, una reinterpretación juguetona del hojaldre que conquista por su forma espiral y su centro cremoso. Luego están las novedades: el Croissant de Melocotón, que encuentra en la fruta un contrapunto perfecto al dulzor de la masa; el recién lanzado Croissant de Piña Caramelizada, con notas ácidas y tostadas que lo vuelven inolvidable; y el Croissant relleno de Crema con Chispas de Chocolate, pensado para quienes no conciben un postre sin cacao.
.jpg)
Para los que prefieren algo salado, también hay opciones. El Croissant de Jamón y Queso es reconfortante, generoso y sabroso, mientras que el Croissant con Queso Cheddar y Jalapeño ofrece un contraste entre lo cremoso y el toque justo de picante.
Y como si todo eso fuera poco, llegan los Croissant Bites. Pequeños trozos de masa de croissant, tostados, crujientes, espolvoreados con azúcar. Perfectos para acompañar un café, para compartir o simplemente para disfrutar de a poco. En su simpleza hay algo encantador. Cada pedazo es una muestra del arte que hay detrás de este pan tan complejo.
Pero no todo gira en torno al hojaldre. Esta temporada también brilla por su homenaje a otro sabor querido: la zanahoria. El Loaf de Zanahoria es una joya discreta que muchos han descubierto por casualidad y no han vuelto a soltar. Su forma de zepelín, suave y húmeda, está hecha con zanahoria rallada y pasas. Lo cubre un glaze blanco brillante, coronado con semillas de marañón. No hay pretensión, solo sabor.

En la misma familia están los Cupcakes de Zanahoria, pequeños, tiernos, populares. Su textura esponjosa contrasta con la suavidad del frosting y el crujir delicado de las semillas de marañón. Son ese tipo de postre que uno no planea pedir, pero que siempre termina llevándose.
Detrás de cada uno de estos productos hay una cocina que trabaja con el mismo empeño desde hace décadas. Y una filosofía que no ha cambiado, la de respetar el proceso, honrar el sabor, y no escatimar en calidad. Esa es la razón por la que, año con año, estos productos se vuelven “favoritos”. No porque estén de moda. Sino porque se sienten como en casa.
En San Martín, cada croissant, cada cupcake, cada rebanada de loaf, es un símbolo de lo bien hecho. De lo que vale la pena esperar. De lo que se hace con el corazón y nos recuerda por qué seguimos volviendo. Todos estos favoritos están disponibles durante los meses de julio y agosto en todas las sucursales de San Martín. También podés pedirlos a domicilio llamando al 2215-1515 y disfrutar de sus sabores donde estés.
Presentado por:

La cocina de San Martín no solo se define por sus recetas, sino por una filosofía que se respira en cada detalle, por hacer las cosas bien, con propósito, con cariño. Aunque la innovación es constante, lo que realmente distingue a esta panadería y restaurante es su capacidad de crear vínculos a través de lo familiar, de lo auténtico.
San Martín cocina para quedarse en la memoria. Su propuesta combina tradición, técnica y un compromiso genuino con la calidad, guiada siempre por el gusto de sus clientes. Por eso, sus productos no son solo parte del menú, sino parte de la vida de quienes los eligen, una y otra vez.